La colada morada conserva la tradición gastronómica del Ecuador

Quito (30-10-2014) La colada morada es una de las tradiciones gastronómicas que perduran en el Ecuador como una costumbre que no se limita a consumirla en conmemoración del día de los difuntos, porque en su preparación se denota una ritualidad que permite mantener vigente la receta.
Para el chef Carlos Gallardo, la colada morada es un alimento que expresa el mestizaje propio de nuestra ciudad y es una simbiosis de la forma de ser de quiteños y ecuatorianos, porque “somos personas que recordamos aromas y sabores de la familia, de manera especial aquellos que elaboran las madres y las abuelas”, remarca el chef quiteño.
Igualmente, Pablo Cuvi, escritor y conocedor de la gastronomía ecuatoriana, afirma que la colada morada representa el plato más tradicional de la cocina quiteña, porque tiene su origen en el ancestro aborigen, mantiene la costumbre de consumirla el día de difuntos y durante siglos es una preparación casera que genera un motivo para que toda la familia se reúna, se visite los cementerios y se regrese a los hogares para sentarse a la mesa y beber la colada.
En los cementerios de los Andes, además, los campesinos ecuatorianos se esmeran en arreglar las tumbas, donde colocan comida (cukawi o cucayo en quichua) para compartirla con los difuntos en sus tumbas y con el mantel tendido.
El consumo de la colada morada durante la celebración del Día de los Difuntos se convierte en una importante expresión del sincretismo cultural en Ecuador, expresado por una deliciosa bebida acompañada por unas bellas y deliciosas «guaguas de pan», productos que reflejan una fusión de costumbres, sabores e historias.
Guaguas de Pan
La colada morada siempre va acompañada de la también tradicional “guagua de pan” y son parte de la tradición del Día de Difuntos, se elaboran con harina de trigo y, en algunos lugares, con harina de maíz, procesada con granos obtenidos en la primera cosecha realizada en los Andes ecuatorianos.
Esta costumbre se remonta a cientos de años atrás, cuando los pueblos indígenas preparaban las ‘guaguas’ para acompañar a la colada morada, que tomaban en los cementerios durante la visita a sus seres queridos.
La elaboración de guaguas de pan sobresale por el tamaño, la decoración multicolor y sobre todo porque los panes están rellenos con los exquisitos sabores de los dulces de guayaba, higo, chocolate, zambo, tomate de árbol, zapallo, pasas con crema pastelera, que reflejan la iniciativa de quienes las elaboran.
Por ser la gastronomía una parte inherente del ser humano, la colada morada es considerada como una bebida mixta en la que se fusionan la espiritual pagana y la católica, además, este potaje sintetiza la mezcla de las culturas indígena e hispánica, por lo que constituye una bebida emblemática del mestizaje ecuatoriano.
Cabe destacar que en la ciudad de Quito existe una extraordinaria actividad alrededor de la gastronomía, que actualmente se sustenta en un esfuerzo conjunto de entidades estatales, públicas y privadas para fortalecer este tradicional patrimonio que conservan los grupos humanos en el Ecuador.
(FRL/LTG)