FIN DE AÑO EN CUENCA: CREATIVIDAD Y HUMOR PARA DESPEDIR EL AÑO

Lunes, 21 de diciembre de 2020

(Cuenca, Azuay).- Cuenca se ha caracterizado siempre por ser una ciudad en la que sus habitantes festejan con entusiasmo las fiestas tradicionales. Las celebraciones de fin de año no son la excepción, y al ser éstas un motivo para recordar tanto los buenos como los malos momentos, adquieren en esta localidad un matiz especial.

Este año debido a la pandemia, como medida de seguridad se han suspendido todas las actividades relacionadas con esta celebración en Cuenca. Sin embargo, el humor y la creatividad de los cuencanos, esperan a todos cuantos decidan conocer de cerca esta colorida tradición cuando la emergencia haya terminado.

Lo más destacado de la tradición en Cuenca, es el “Concurso de Años Viejos” que cada 31 de diciembre es organizado por Amistad Club y la Unión de Periodistas del Azuay. Para el mismo, los habitantes de diferentes barrios de la ciudad, se esmeran en la elaboración de escenarios en los que se representa con monigotes y escenas muy jocosas, lo más destacado del año que termina. Generalmente, la ironía predomina con temas alusivos a políticos o escándalos públicos.

En los concursos están presentes siempre los más característicos elementos de las fiestas cuencanas: pirotecnia, comida y bebida típica y en algunos casos bandas de pueblo que interpretan canciones populares. La música y la algarabía se apoderan de todos quienes visitan los escenarios, los mismos que son escrutados por los jueces que al día siguiente, dictaminarán los resultados con los ganadores.

Pero la creatividad de los cuencanos en esta fecha no se limita únicamente al concurso, pues cada familia se encarga de preparar con afán su monigote  para quemarlo a media noche. El mismo, puede representar  a un miembro del hogar o bien a un personaje destacado del año que termina. Lo importante, es el humor que se le ponga a la situación, y por eso, una de las costumbres más importantes, es la redacción del infaltable “testamento” en el que se detalla todos los bienes que el “año viejo” deja a cada uno de los presentes.

Como dato interesante, se conoce que el origen de la tradición de los años viejos en el país se remonta al año 1895, cuando una epidemia de fiebre amarilla azotó a la ciudad de Guayaquil.

Como medida sanitaria, las habitantes de la ciudad quemaron atados de paja y ramas envueltos con las ropas de sus seres queridos fallecidos. Lo hicieron la noche de fin de año como una forma de ahuyentar la peste y la desesperanza, dejar atrás el pasado y dar la bienvenida a lo nuevo.

Este año en Cuenca, la ciudadanía se acogerá a las medidas dispuestas por el COE Nacional y Cantonal, por lo que no existirán fiestas en los barrios ni reuniones familiares demasiado grandes. Tampoco se podrán quemar los monigotes en espacios públicos. Esto, con la finalidad de precautelar la salud y bienestar de todos.

Hacemos un llamado a respetar todas las normas referentes a la restricción vehicular, toque de queda y medidas de bioseguridad, pues este año, lo más importante es cuidarnos y cuidar a quienes nos rodean. Ya llegará el momento, en el que podremos retomar nuestras tradiciones y recorrer el Ecuador para vivirlas de cerca. ¡Felices fiestas a todos!