Empanadas de viento, una delicia de los Andes

Viernes, 03 de diciembre de 2021

 

(Cuenca, Azuay).- En algunas ciudades del Ecuador, en especial en Cuenca, es común ver en las entradas de las iglesias, afanosas mujeres que fríen  en grandes pailas las deliciosas “empanadas de viento”.

Aunque sus sabores nos traen exquisitos recuerdos es difícil precisar su origen exacto, pero se presume, de acuerdo a algunos estudios históricos, que preparados muy similares a los que conocemos hoy se hacían ya en España a finales del siglo XV y principios del XVI. Es posible que a su vez los españoles, hayan sido influenciados por los árabes en la preparación de esta y otras recetas.

La primera referencia que se tiene de empanadas en la Real Audiencia de Quito, es del siglo XVIII, época en la que las monjas preparaban para su consumo diversos productos elaborados con harina de trigo, entre los que se cuentan las empanadas. Poco a poco, el consumo de las mismas empezó a popularizarse entre la población y surgieron muchas variedades: las de morocho, las de verde, las de maíz, y por supuesto, las de viento, posiblemente las más famosas.

El nombre “empanadas de viento” surge posiblemente en la ciudad de Quito y alude al hecho de que están llenas de aire. Para hacer eso, la gente se da modos para conseguir una harina y una masa que se infle cuando se fríe. Para el relleno (que es mínimo) se utiliza queso. Una vez fritas, quedan muy doradas y llenas de burbujas. Se espolvorean con azúcar y se las come acompañadas siempre de una buena bebida caliente, que puede ser café, morocho o chocolate.

En ciudades como Cuenca pueden ser encontradas especialmente los domingos en las entradas de las iglesias, pues las mismas se venden “como pan caliente” al finalizar los servicios religiosos. También son muy populares en la parroquia de Baños (Cuenca), en donde muchos bañistas acuden a los numerosos locales en donde se las expende junto a otros platillos típicos.

#MeQuedoEnEcuador para descubrir los secretos de su deliciosa gastronomía popular y disfrutar de sencillos pero exquisitos bocadillos, como lo son las famosas “empanadas de viento”.