El Mintur se unió a la celebración por la semana del Adulto Mayor

(Quito, Pichincha 3.10.2018).- Luis Gallegos es un lojano de 89 años y sufre discapacidad auditiva. Hace cinco años decidió abandonar el campo y mudarse a Quito para que una de sus cinco hijos lo cuidara. Ahora vive en una pequeña casa ubicada en la manzana 16, junto al barrio “Luz y Vida” de la parroquia de Calderón, al norte de la capital.

Es miércoles en la mañana y el calor del verano aún se siente fuerte. El rostro dulce y tierno de don Luis, como cariñosamente lo llaman, hace juego con su sonrisa. Para protegerse del sol usa un sombrero gris que combina con un pantalón plomo, un saco de lana del mismo color, camisa blanca y zapatos deportivos negros.

En la casa de don Luis hay un movimiento inusual, ese día recibió la visita del ministro de Turismo, Enrique Ponce De León, con quien compartió un desayuno y su gusto por la música nacional. Pese a su discapacidad, él y el Ministro tocaron la guitarra y cantaron juntos pasillos y algunos valses para celebrar la semana del adulto mayor.

Esta es la primera vez que al hogar de Don Luis llega una autoridad y, aunque sea por unas horas, comparte su cotidianidad. La visita es parte de las actividades que han organizado la Misión “Las Manuelas” para celebrar a los adultos mayores que son beneficiarios de esta iniciativa, liderada por la primera Dama, Rocío Gonzáles de Moreno.

Los ladridos de Oso y Coki, las mascotas de don Luis, dan la bienvenida a la casa que comparte con su hija Teresa, que trabaja como empleada doméstica, y con su nieto Cristian Curimilma, de 27 años, quienes se encargan de cuidarlo a diario.

Esta es la primera vez que al hogar de Don Luis llega una autoridad y, aunque sea por unas horas, comparte su cotidianidad. La visita es parte de las actividades que han organizado la Misión “Las Manuelas” para celebrar a los adultos mayores que son beneficiarios de esta iniciativa, liderada por la primera Dama, Rocío Gonzáles de Moreno.

En el desayuno Luis contó que durante toda su vida se dedicó a la agricultura y desde que se radicó en Quito, en el patio de la casa se ha improvisado un pequeño huerto donde cultiva limón y taxo. Además, para que no olvide sus actividades en el campo y se mantenga entretenido en la ciudad, sus hijos levantaron un modesto criadero de cuyes y gallinas.

Durante la comida el ministro Ponce De León ratificó que desde el Gobierno se trabajará siempre en beneficio de los más necesitados. Tras las canciones, las risas y los aplausos, don Luis se despidió, pero invitó a las autoridades a volver.