El Jardín Botánico de Quito, un laboratorio viviente reconocido internacionalmente
(Quito, Pichincha 18.01.2019).- Un encuentro con la naturaleza en medio de una ciudad tan grande como Quito es posible. En el corazón del parque La Carolina, al norte de la capital, se ubica el Jardín Botánico, que el pasado miércoles fue colocado por el portal web Gardenista en el puesto 11 entre los 100 jardines para visitar antes de morir.
El Jardín Botánico de Quito se abrió al público hace 14 años y desde entonces, como un laboratorio viviente, en dos hectáreas de terreno alberga a más de 18.000 especies de plantas naturales que representan los principales hábitats que posee el Ecuador.
Su especie más representativa es la orquídea. En el centro existen más de 4.000 ejemplares de estas flores que a diario atraen a decenas de turistas nacionales y extranjeros que desean conocer un poco más de estas plantas y admirarlas en su estado natural.
Según Carolina Jijón, presidenta ejecutiva del Jardín, la colección que ahí se guarda ha sido catalogada como “la mejor de Latinoamérica”, lo que le ha significado reconocimientos internacionales de diferentes medios, como el británico The Guardian, que lo calificó como uno de los 10 mejores jardines botánicos del mundo.
"Por su diversidad natural, el Jardín Botánico también es también un “gran aeropuerto natural” que año a año recibe a más de 50 especies de aves migratorias, lo que lo convierte en uno de los lugares con más cantidad de avifauna en la ciudad de Quito".
Ecuador, pese a su tamaño, es considerado como el país con mayor biodiversidad de orquídeas en el mundo, por ello este jardín fue pensado como un espacio para conservarlas y como un espacio de educación a la ciudadanía.
“Tenemos algunos records, de los que nos sentimos orgullosos pues somos una cara importante hacia el mundo en lo que se refiere a conservación de nuestra flora ecuatoriana”, explica Jijón y asegura que el reconocimiento es importante no solo para el jardín, sino para el país, pues este es el único en Latinoamérica en recibir estos nombramientos.
El jardín abre sus puertas de lunes a viernes de 08:00 a 17:00. En las visitas los turistas no solo podrán disfrutar de la belleza de las orquídeas, sino también del Museo del Bonsai, un área que se abrió al público hace cinco años, y que cuenta con 150 ejemplares en exposición.
Además, se puede hacer un recorrido por el Jardín Japonés, un espacio que conecta con la naturaleza y replica las tradiciones de los japoneses al crear sus jardines. Ahí se puede observar piedras que simbolizan figuras representativas del país oriental y su filosofía.
Por su diversidad natural, el Jardín Botánico también es también un “gran aeropuerto natural” que año a año recibe a más de 50 especies de aves migratorias, lo que lo convierte en uno de los lugares con más cantidad de avifauna en la ciudad de Quito.
Para el observador de aves, Edison Ocaña, el jardín es un sitio que permite a los visitantes “perderse entre el canto de las aves y salir del ruido de la ciudad”.
Con él coinciden Kate Connell Y Óscar Melara, una pareja de turistas que llegaron a Ecuador desde San Francisco California y quedaron fascinados con la belleza del jardín, pues les permitió conocer más de la naturaleza de Ecuador, sin salir de la ciudad.