Jueves, 24 de diciembre de 2020

(Manabí, Portoviejo). – A Manabí y sus habitantes se los reconoce por su amabilidad, solidaridad y capacidad de resiliencia en las situaciones más adversas, de dónde sacan el mejor provecho para decir que “juntos sí podemos”.

Hoy, en medio de la emergencia sanitaria mundial, en esta provincia se recuerda a cada Noche Buena como un nuevo renacer. Se añoran tradiciones milenarias como novenas y chigualos donde decenas de familias de unían junto al pesebre, recordando el nacimiento de Jesús.

Estos encuentros siempre van acompañados de oraciones, cánticos y hasta juegos tradicionales para animar la reunión, donde desde los adultos hasta los más chiquitos participan activamente.

Al finalizar la jornada, la gastronomía manabita siempre presente, por lo que no podía faltar el chocolate o café bien caliente, junto a un pan de almidón, tortilla de maíz o el corviche, eso dependiendo del gusto de la familia anfitriona de la posada navideña.

La noche del 24 de diciembre todo el ritual termina cuando se coloca en el pesebre la imagen del Niño Jesús, recordando lo sucedido en Belén hace más de dos mil años.

Este 2020 vivimos una realidad diferente pero que mantiene intacta la fe y esperanza de los manabitas. En cada hogar hoy se reúnen, pero la solidaridad con la familia, el amigo, los vecinos sigue firme.

En los 22 cantones de la provincia se han tomado medidas acatando todas las disposiciones y recomendaciones impuestas por con el COE Nacional, que no permite reuniones masivas. Este año, los miles de abrazos que se suelen dar y recibir deberán esperar hasta que pase la emergencia.

La premisa es cuidarnos para volvernos a reunir, recordando siempre cumplir con las debidas medidas de bioseguridad y de esta manera vivir una feliz Navidad protegiendo a los que más amamos.