Inti Raymi la fiesta para agradecer al Sol y la Madre Tierra
(Quito, Pichincha. 24-06-2020) Cada año, los pueblos kichwa del Ecuador celebran el Inti Raymi (Fiesta del Sol). La costumbre popular andina, en 2020, se ha quedado en casa, el solsticio de invierno no convocó a masivos encuentros para zapatear, bailar, entonar canciones y disfrutar la comida tradicional, pero las energías, fuerza y gratitud tendrán más fuerza en 2021.
Hoy queremos contarte algunos detalles de esta festividad, estamos seguros que en 365 días nos reuniremos para agradecer al Sol y la Pachamama por los alimentos en nuestras mesas. La época nos muestra el cambio de ciclo con el comienzo de la cosechas. El día principal de la celebración es el 21 de junio, fecha en la que el sol se encuentra más cercano a la tierra provocando el día más corto y la noche más larga.
La música, danza y actos rituales copaban los lugares ceremoniales y sagrados, ubicados a lo largo del callejón interandino, porque se cree que en estos sitios la energía de los dioses y de la naturaleza se juntan para cargar de energías a quienes se unen en esta celebración.
Tradicionalmente en estas fechas, varias comunidades de los Andes se reunían y preparaban varias actividades y rituales para honrar al Taita Inti, un ejemplo, es Cotacachi donde el ritual espiritual y simbólico de la toma de la plaza, convocaba a bailarines y músicos, quienes giraban en círculos con fuerza y coraje para mantener despierta la tierra, y que la misma reciba las ofrendas de las seres humanos.
La costumbre popular andina, en 2020, se ha quedado en casa, el solsticio de invierno no convocó a masivos encuentros para zapatear, bailar, entonar canciones y disfrutar la comida tradicional, pero las energías, fuerza y gratitud tendrán más fuerza en 2021.
Otra actividad de importancia en la fecha es el baño de purificación y renovación de energías, encabezados por shamanes. Además, en el Inti Raymi se realiza la tradicional pampamesa, un ritual ancestral donde se comparten alimentos típicos de la zona andina como: maíz, papa, melloco, fréjol y otros, combinados con diferentes carnes, en especial el cuy. En la comida se refleja la comunidad y unidad ya que sobre un mantel puesto en el piso se coloca la comida; todos comen y disfrutan de este momento y por supuesto de la “chicha”, bebida tradicional indígena.
Diablo Huma, la conexión con el cosmos, en la fiesta del Sol
La fiesta tienen un personaje principal, y es el Aya Uma (Cabeza de diablo) o Diablo Huma, que tiene un importante significado espiritual para las comunidades indígenas que se congregan en lugares sagrados para agradecer a la Pachamama por las cosechas. El orden cósmico llega a la fiesta con este personaje que ahuyenta a los demonios que rondan entre las cosechas.
El Inti Raymi muestra el sincretismo de la cultura andina y occidental, y el Aya Uma es un ejemplo de ello. El nombre de diablo se asignó en el proceso de la conquista española para sembrar temor en la cultura indígena, por celebrar fiestas en honor a los dioses de la naturaleza como el Sol, la Luna y la Pachamama. Con el tiempo su nombre se transmitió a la largo de los siglos como Diablo Huma, sin embargo, su significado trasciende el mal, connotación de la religión española, porque su función en el día de celebración máxima (22 de junio) es reunir la buena energía y ser la conexión entre el cosmos y la vida terrenal.
Este personaje es parte de baños de purificación y renovación bajo las cascadas de la región andina, para adquirir el poder espiritual de la naturaleza, necesario para luchar contra las protervas energías. En la fiesta, el Diablo Huma danza en tres tiempos para conectarse con la Tierra, el Sol y la Luna. El hombre que lo representa se convierte en un ser espiritual que rompe el mito para trascender a la realidad y encarna las energías de las deidades.
Su atuendo se compone de una máscara de colores y dos caras. Muestra la dualidad del cosmos (el bien y el mal, el sol y la luna, lo bueno y lo malo, el día y la noche, el futuro y el presente, el norte y el sur). Asimismo, tiene cabellos que simbolizan la sabiduría y la flor del maíz. También se admira en su máscara cuatro tipos de orejas que hacen referencia a las cuatro direcciones y los cuatro elementos de la naturaleza el aire, agua, fuego y tierra, según varios documentos históricos.
También su atuendo se compone de un látigo, símbolo de poder y autoridad. Sus piernas se cubren de un zamarro (prenda elaborada con diferentes pieles de animal) para guiar a quienes participan en la fiesta del Inti Raymi. En algunas comunidades indígenas, el Diablo Huma entona instrumentos de viento, mientras danza al ritmo de tambores, guitarras y cantos de mujeres indígenas.
Estamos seguros que un nuevo ciclo se cumplirá, el proceso cíclico en espiral continuará, aunque estemos en casa. En este año guardamos las fuerzas del zapateo, agradecemos en casa por la bondad de las deidades de la naturaleza y estamos seguros que el próximo año viviremos una fiesta intensa, rescatando la cultura y valorando la fecundidad de la tierra que nos provee cada día de los sagrados alimentos que llegan a nuestros hogares.