ENTREVISTA: Rodrigo Pacheco, el embajador culinario del centro del mundo
(Quito, Pichincha. 15-02-2019) .-Rodrigo Pacheco es el chef quiteño de 37 años que sedujo al mundo con su arte culinario, a través de su participación en la competencia gastronómica de clase mundial “The Final Table” que fue transmitida a través de Netflix, una plataforma de entretenimiento por internet.
Pacheco junto al colombo-francés, Charles Michel, conformaron el único equipo sudamericano que participó frente a 11 de las mejores duplas de chefs internacionales.
Rodrigo, padre de dos niños, reside hace seis años en la provincia de Manabí donde es CEO de Tanusas Destination, un espacio de retiro donde se encuentra el Hotel Tanusas y el restaurante Boca Valdivia, del cual es el chef ejecutivo.
Además, es el fundador de Amor 7.8, una organización que trabaja para preservar la naturaleza, en los alrededores de Tanusas, tras el terremoto suscitado en Ecuador en abril del 2016.
Pacheco se define como cocinero de alma y hotelero de profesión. Sin embargo, practica deportes como el surf, gusta explorar la naturaleza, hacer senderismo y estar al aire libre. En esta oportunidad, compartimos la entrevista realizada por nuestro equipo:
Experiencia como chef:
MINTUR: ¿Cómo nació tu interés por este arte?
RP: Nació desde muy temprano. Mi abuela ecuatoriana y mi madre me enseñaron valores extraordinarios a la hora de entablar una relación con los alimentos. Así mismo, mi abuela paterna, chilena, me enseñó mucho a apreciar el mar; por ello, tuve una crianza muy buena en el sentido de estar en contacto con los alimentos y preparaciones, lo que me ha inspirado a transformar esto en una carrera de vida.
MINTUR: ¿Cuánto tiempo te dedicas a esta profesión?
RP: Tomando en cuenta el tema de los estudios, desde que empecé ya llevo casi 20 años. Es bastante tiempo pero lo importante es que todavía me falta mucho por recorrer.
MINTUR: ¿Cuál es la técnica que utilizas?
RP: La principal técnica que utilizo es el amor, el mayor sinónimo de excelencia. Es el peldaño más alto a nivel de la excelencia.
MINTUR: ¿Qué te hace diferente como chef?
RP: Pienso que lo que me hace diferente es que no me gusta cocinar para complacer los hábitos tradicionalistas de las personas, no me gusta cocinar lo que el mercado quiere, sino lo que necesita ser preparado, aquellos productos que necesitan ser rescatados, me gusta salir de la cocina. Estar todo el tiempo dentro de la cocina me aburre, por ello, salgo a explorar, de ahí obtengo mucha sabiduría e inspiración y por supuesto, productos. Luego, todo esto se traduce en creaciones culinarias únicas.
MINTUR: ¿Cuáles han sido tus mejores experiencias como chef?
RP: Han sido las más simples. Recuerdo que algún día anduve lavando platos, porque así empecé en Canadá cuando tenía 18 años. Hoy por hoy, regreso a mirar y me parece tan positivo como haber cocinado para presidentes, en eventos muy importantes en Europa o para concursos a nivel mundial como el de Netflix. Se combina mucho esas experiencias. Haber conocido gente de campo, estar en un país como el Ecuador y deleitarme con esos recursos que tengo a disposición son los mejores momentos.
Gastronomía ecuatoriana
MINTUR: ¿Qué piensas sobre la gastronomía del país?
RP: Para mí la gastronomía del Ecuador es una promesa a nivel mundial. Tenemos el pasado cultural, la base y los fundamentos a nivel de biodiversidad. Datos científicos indican que el Ecuador es el país referente a la biodiversidad a nivel vegetal y eso es una puerta enorme para la cocina ecuatoriana. Esto implica un enorme descubrimiento que permitirá utilizar la gran gama de alimentos originarios del país. Por lo tanto, pienso que la gastronomía del Ecuador es el recurso más importante que tiene en este momento el país.
MINTUR: ¿Cómo la plasmas en tus platillos?
RP: Yo no soy un defensor de las recetas, soy un defensor de los productos. Plasmo toda esta filosofía en los platos, a través de los productos que utilizo. Empleo con prioridad aquellos que son originarios de Ecuador y nunca importo o pongo aquellos que por glamour se incluyen en la mesa. Para mí, el glamour está en el amaranto negro, en las papas nativas, en los productos de la Amazonía o en los productos sostenibles del mar. Todo eso hace que mi filosofía se pueda plasmar en las diferentes creaciones.
MINTUR: ¿Qué elementos de la identidad o historia del país reflejas en tus platillos? , ¿por qué?
RP: Me gusta trabajar mucho con el lado ancestral de nuestra cultura. Manabí, lugar donde vivo, es la cuna de las culturas prehispánicas más importantes que han habitado Ecuador y algunas de estas culturas (Manteña, Machalilla, Las Vegas) han sido de las más avanzadas del mundo en su época. Mucha sabiduría se ha transmitido a través de los años, la cual sido obtenida de la naturaleza. Hoy me encuentro en el mismo sitio, buscando como un arqueólogo, desenterrando este pasado cultural y poniéndolo a nivel de creaciones culinarias. Cuento estas historias a los visitantes de más de 40 países del mundo que han venido a comer a nuestro restaurant.
Utilizo el concepto de la cosmovisión de nuestras culturas pre-incaicas porque me parece admirable como establecieron una relación armónica con la naturaleza. Todavía tenemos culturas vivientes en la Amazonía del Ecuador, por ello, mi propósito es rescatar estos aspectos culturales y proteger el medio ambiente que rodea a estas culturas que han permanecido luchando durante miles de años.
The Final Table
MINTUR: ¿Cuéntanos sobre tu experiencia en The Final Table?
RP: Participé en una competencia culinaria de clase mundial. Fue una experiencia extraordinaria compartir 6 semanas en Sony Estudios en Hollywood produciendo esta competencia. Para mí, esto fue algo bastante nuevo que me sacaba de contexto pero, como buen ecuatoriano, me supe adaptar y encontrar los recursos necesarios.
MINTUR: ¿Pudiste compartir algo de las tradiciones culinarias ecuatorianas?, ¿cómo lo hiciste?
RP: Sí, pude compartir aspectos de nuestra cultura por ejemplo el espíritu de lucha, la recursividad y la humildad al enfrentarme a todos esos cocineros de gran renombre mundial, muchos de ellos con una o dos estrellas Michelin. Las muestras y pinceladas que hice del Ecuador, quedaron plasmadas en la retina de miles de personas a través de la creación de un ceviche, la utilización de insectos o al haberme inspirado en un arrecife de Manabí para preparar el plato de Japón y triunfar frente a uno de los mejores chefs del mundo. Todo esto plasmó nuestra identidad en una oportunidad donde el país estuvo expuesto como parte del mapa culinario del mundo.
MINTUR: De la variedad de gastronomías que pudiste apreciar en la producción ¿en qué se diferencia la nuestra?
RP: Pude apreciar que tenemos un amplio conocimiento de los productos. Contamos con productos originarios de gran excelencia como: el zapallo, la yuca, las papas, el camote, el maíz, el maní, el pimiento verde, la piña, las habichuelas, la chonta, la guaba, el caimito o el mamey. Puedo nombrar un sinfín de productos que constituyen la base estructural de las cocinas más renombradas de Europa y del mundo. Sin embargo, estos son originarios del Ecuador.
Esto me ha hecho resaltar mis rasgos culturales, a fin de mostrarle al mundo el potencial que tiene el país a nivel de la biodiversidad y por supuesto, la gastronomía, como resultado de la gran variedad de ecosistemas que habitan en este pequeño pero muy biodiverso territorio.
MINTUR: ¿Qué te enseñó The Final Table?
RP: Esta competencia de clase mundial me enseñó que somos capaces. El Ecuador tiene una voz importante en la cocina mundial y es el momento de comprometernos para cumplir con los objetivos a nivel país y dar el valor real que le corresponde a todos los atributos que tenemos como para ofrecer una cocina extremadamente variada, fresca y ejemplo de otras cocinas internacionales. Simplemente, hay que mostrárselo al mundo, comunicarlo bien y ser verdaderos patriotas, verdaderos soldados de la buena mesa ecuatoriana.